¡¡Hola!!
A continuación, hablaremos y reflexionaremos sobre el libro “Espigadores de la cultura visual” de Fernando Hernández, que como su propio nombre indica, trata sobre las diferentes posiciones de la cultura visual.
La cultura visual es un aspecto que nos encontramos en nuestro día a día, en las escuelas con nuestros docentes y que estos nos deben de transmitir, es decir aplicando un este aspecto a la enseñanza.
En cuanto a la perspectiva proselitista, se dice que es una mala influencia, según algunos educadores, ya que ven a los estudiantes como personas pasivas y personas que se influencian muy fácilmente, ya que esta perspectiva tiene mensajes que favorecen la violencia, comportamientos sexualizados, el materialismo, etc. cuando se adopta este enfoque, las representaciones de la cultura vidual se consideran como objetos del análisis, y quedan descartados los placeres que los estudiantes pueden asociar con estas manifestaciones.
En cuanto a la perspectiva analítica, el docente valora la importancia de esta para la vida de los estudiantes, a los estudiantes se les ve como consumidores y el pape del docente es de “guía”. Les ayudan a que aprendan como analizar críticamente los objetos, imágenes y producciones de la cultura visual de manera que se conviertan en el “espectador ideal, quien nunca es persuadido o engañado, quien ve a través de las ilusiones que proveen los medios, el espectador que es impermeable a la influencia”
En cuanto a la perspectiva de la satisfacción, el docente pone el énfasis en los placeres que la cultura vidual da a los estudiantes, es decir no se guían por un guion si no que visualizan los placeres de los estudiantes, y no les fuerzan a saber analizar y criticar.
Finalmente, la perspectiva autorreflexiva, esta no busca hacer análisis de la cultura visual, si no dejar a los estudiantes libertad para explorar como están situadas las manifestaciones de esta.
La comprensión crítica y performativa, su principal objetivo no es destruir placeres, si no explorarlos para encontrar nuevas y diferentes formas de disfrute. Esto puede provocar que los niños no piensen o quieran lo mismo que el propio docente, por lo que esto es bueno para la introducción de el debate. Por medio de la imitación y la parodia podemos también aprender este término, por ejemplo, con las películas de terror.
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